La ciudad extremeña de Mérida es uno de los destinos más interesantes y económicos para una escapada en cualquier época del año. En nuestro viaje de fin de semana a Mérida encontramos uno de los patrimonios más ricos de la Península, preservando hoy huellas de su pasado romano, árabe y visigodo. Mérida se ha convertido en la referencia turística de Extremadura, con más de medio millón de visitantes anuales.
Siendo la ciudad más importante de Extremadura, Mérida ofrece muchas atracciones y actividades para todos los gustos. El patrimonio cultural y artístico de la ciudad es de los más grandes de España. Un hecho que marco un antes y un después en la ciudad fue la declaración del Conjunto Arqueológico de Mérida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1993. Los monumentos más emblemáticos son el Templo de Diana, el Teatro, el Circo y el Anfiteatro romano, los Acueductos de San Lázaro y Los Milagros, la Basílica paleo-cristiana de Casa Herrera, la Alcazaba Árabe y la Concatedral de Santa María, entre muchos otros. Mérida sigue anclada en la época Clásica, caminar por su casco antiguo es algo mágico, nos transporta a un pasado de esplendor y poder. Al mismo tiempo que visitamos la ciudad también podemos conocer su gastronomía a través de la denominada Ruta de la Tapa. Los platos más deliciosos y típicos de la antigua Emerita Augusta son el gazpacho extremeño, el escabeche de peces de río y la caldereta de cordero.
En cuanto a la infraestructura hotelera, Mérida encabeza el número de alojamientos en Extremadura, puesto que cada año recibe más y más visitas. Hay hoteles baratos, hostales y casas rurales a muy buen precio, destacando el Hostal Abadías y el Hostal Seneros, en pleno centro y con tarifas muy asequibles.
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