El Palacio de Versalles, situado en la ciudad francesa de Versalles, fue uno de los lugares más importantes de Francia y Europa, y contiene atractivos que fascinan a cada uno de sus visitantes por su espectacularidad, lujo y opulencia, por su arquitectura y por el entorno en el que se sitúa.
La Chateau de Versalles, que en sus comienzos era una casa de campo modesta de Luis XIII, fue el lugar que eligió Luis XIV como residencia, y gastó más de la mitad de los ingresos de Francia de todo un año para construir este impresionante palacio que deslumbró a las realezas de toda Europa. Después de ser olvidado por sus descendientes y de sufrir severos saqueos durante la Revolución Francesa, el Palacio de Versalles quedó al margen y sólo se volvió a utilizar en algunas ocasiones de gran importancia como la firma del Tratado de Versalles en 1919, o la coronación del emperador alemán en 1871.
En la actualidad, cumple funciones diplomáticas, ya que en Versalles se reúnen jefes de estado y altos cargos internacionales al acudir a Francia, pero también nos ofrece zonas abiertas al público, donde podremos admirar lo impresionante y bello de este mágico palacio, una visita que no te puedes perder en un viaje de fin de semana por Versalles o unas vacaciones en Francia. Y además de las zonas del interior del palacio que podemos admirar, podemos disfrutar del encanto de sus fascinantes jardines y plazuelas, tan inmensos que podemos recorrerlos paseando en carruajes y bicicletas de alquiler para no perdernos ninguno de los maravillosos rincones de estos jardines, que un día fueron lo más esquisito de Francia, y que hoy podemos visitar sin problema alguno.
No lo olvides. El Palacio de Versalles es una visita inmprescindible tanto si te vas de viaje a Versalles como si quieres conocer las maravillas de Francia y del valle del Loira.
Comentarios recientes